“Los duelos… duelen. Y no se puede evitar que duela. Ciertamente pensar de que voy hacia algo mejor que aquello que dejé, es muchas veces un excelente premio de consolación, una pequeña alegría que compensa el dolor que causa lo perdido”. Jorge Bucay
Cuando escuchamos la palabra DUELO enseguida nos viene a la cabeza la pérdida por fallecimiento de un ser querido. Pero el duelo abarca mucho más que eso. Puede ser la pérdida de una mascota ya sea por fallecimiento o extravío, la ruptura de una relación de amor o amistad, un divorcio, la pérdida de un trabajo, de una casa, la pérdida de una capacidad física y/o mental como es el caso de la amputación de un miembro, abandonar un país o una localidad en busca de un mejor destino laboral o económico, la retirada de la menstruación… Todo se considera un DUELO.
“Todo cambio supone una pérdida implícita”.
No todas las pérdidas generan un duelo y no todos los duelos son iguales. Pueden ser duelos anticipados, duelos sin resolver, duelos crónicos, duelos ausentes, duelos retardados, duelos inhibidos, duelos desautorizados, duelos distorsionados. Fueran como fueran, todos transitan por 5 etapas: negación, cólera/ira, negociación, depresión y aceptación.
“Cada pérdida implica un sufrimiento que debe ser tramitado y superado”.
Mi labor se basará en el acompañamiento durante estas etapas con sistema de herramientas para trabajar tus creencias limitantes, los desapegos y vínculos, la culpa, el fracaso, el dolor y sufrimiento… Y ofrecerte los recursos que hay en ti para que tu duelo sea lo más liviano posible
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